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La diferencia: energía e información

  • Maria del Mar Simón Rodríguez y administradora
  • 11 abr 2016
  • 3 Min. de lectura

Las siete leyes espirituales del éxito

A nivel material, tanto el árbol como nosotros estamos compuestos de unos mismos elementos reciclados: principalmente de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, y de otros elementos en cantidades minúsculas. Estos elementos se podrían comprar en una droguería por un par de dólares. Por lo tanto, la diferencia entre el árbol y nosotros no es el carbono ni el hidrógeno, ni el oxígeno con el árbol. La verdadera diferencia entre los dos se encuentra en la energía y en la información.


Chopra, D.

Las siete leyes espirituales del éxito, pág 82. Ed. EDAF. Madrid, 1996.



La reflexión


He olvidado a quién escuché responder a esta pregunta básica:

- ¿Qué es la vida?

- La vida es aquello que pasa mientras te preguntas que es.


Las etapas en las que distribuimos la vida son infancia, adolescencia, juventud, madurez, vejez. Casi las he vivido todas.


Cuando recuerdo algo de mi infancia, puedo volver a sentirme niña. ¿Quiere decir que, volver a ese recuerdo, me aleja de mi edad actual? No, por supuesto. Lo que sí me aleja es de esa pesada energía que, en ocasiones, me acompaña y me diferencia de esa etapa. De niña, la vida me parecía lenta, en ese paso hacia la emancipación de mis padres. Después, empezó a correr y, ahora, en la etapa de mujer madura, me parece que cada hora que vivo, que cada tiempo que pasa en el calendario, en el reloj, no es nada más que eso, y contar con 24 horas cada día es suficiente para mí.


Este año es bisiesto. Porque vamos dejando atrás unos minutos cada año -nos dicen- y, cada 4 años, un día más. Un día más de regalo, un día más de energía y en contacto con la información.


Ahora, mi mirada a la vida es con calma, con iniciativa para cada hora, para cada día. Estas palabras me llegan al reflexionar con la similitud entre un árbol y yo, y qué hacer con la diferencia. El Sol y la Luna se encargan de hacerme sentir los días que pasan, como si fueran dos enamorados que, por una maldición del Olimpo, estuvieran condenados a encontrarse tan sólo unos minutos al amanecer y al atardecer. Y la bendición que encuentro en ello está en que vuelvo a verlo, a observarlo y vivir con pasión, con sorpresa, con ilusión, el amor que me hace comprender que estoy viva por un tiempo más y dedicarme a la Vida que me toca, porque soy de una familia concreta, de una tierra concreta, de una especie concreta, de un sexo concreto y de una edad concreta. Y, así, concreto la misión de mi vida y hago aquello para lo que "el Olimpo"-"mis padres"-"la Vida" me ofrece en este momento.


Siento que cumplo con esa pequeña diferencia entre un árbol y la persona que soy.



Radiografía: María del Mar Simón Rodríguez


He llegado a ser Licenciada en Psicología, Master en Cultura y Pensamiento Europeo y su proyección. Compañera de vida desde hace 32 años con el amor de mi vida, Luis, y madre de un varón de 26 años. Hoy presido la Asociación Española de Constelaciones Familiares, Bert Hellinger -AEBH-, donde estoy acompañada por un montón de profesionales que ayudan a que la vida se mejore, un poco, cada día. Y mis amigos me hacen sentir que merece la pena compartir con ellos esta vida.

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